lunes, 15 de febrero de 2021

Suficiente



Aquí estoy.

Consciente de lo visible y de lo invisible.

Parado sobre mis certezas y mis dudas.

Dispuesto a dejarme llevar por el asombro

y por el remolino bestial del tiempo,

que todo lo invierte con sus pesadas agujas de silencio,

con su arena de nadas,

con su agua lunar 

y la perfecta multiplicación de los soles.


Aquí estoy.

Con mis soledades y mis otros.

Con mis ansias y mis cansancios.

Con la lluvia pesada de los años

y la ingravidez de cada nuevo sueño.

Entre alaridos de los odiadores de la vida

y cantos corales de los que enfrentan a la muerte.

Entregándome a la sabiduría del bosque

y perdiéndome en la ignorancia de la urbe,

siempre sonora, 

siempre asfixiante.


Aquí estoy.

Y es más que suficiente.



Por Pablo Javier Piacente.


Imagen: Ricardo Gómez Ángel en Unsplash.

Perplejo



¿Será que puedo contener toda la nada en mi mano?

¿Será que puedo comprimir al universo en mi puño cerrado?

Quizás ser Dios es jugar a los dados

pero con dados blancos, vacíos, innumerados,

cuyo único resultado 

    sea una eterna duda.


La profunda perplejidad de lo innombrado.



Por Pablo Javier Piacente.


Imagen: Sasha Freemind en Unsplash.