Aquí estoy.
Consciente de lo visible y de lo invisible.
Parado sobre mis certezas y mis dudas.
Dispuesto a dejarme llevar por el asombro
y por el remolino bestial del tiempo,
que todo lo invierte con sus pesadas agujas de silencio,
con su arena de nadas,
con su agua lunar
y la perfecta multiplicación de los soles.
Aquí estoy.
Con mis soledades y mis otros.
Con mis ansias y mis cansancios.
Con la lluvia pesada de los años
y la ingravidez de cada nuevo sueño.
Entre alaridos de los odiadores de la vida
y cantos corales de los que enfrentan a la muerte.
Entregándome a la sabiduría del bosque
y perdiéndome en la ignorancia de la urbe,
siempre sonora,
siempre asfixiante.
Aquí estoy.
Y es más que suficiente.
Por Pablo Javier Piacente.
Imagen: Ricardo Gómez Ángel en Unsplash.
No hay comentarios:
Publicar un comentario